La atrofia muscular espinal es un problema que padece 1 de
cada 10.000 bebés, que provoca altas cifras de mortalidad y que no tiene cura. Para
poder ofrecer una ayuda a esos niños que la padecen, el CSIC ha desarrollado un
exoesqueleto de tan solo 12 kilos de peso. Para lograr esa cifra se ha empleado
aluminio y titanio. Con este complemento muchos niños podrán caminar e incluso
hacerlo por primera vez. Será utilizado también en hospitales para la terapia
de entrenamiento muscular.
Este trabajo se encuentra en fase de preclínica y ha sido
realizado conjuntamente con la empresa Marsi Bionics. En el siguiente vídeo se
muestra y explica su funcionamiento.
0 comentarios :
Publicar un comentario